Amaneció con un sol espectacular. Así que entusiasmados y después de haber recargado un poco las energías, nos apuramos para ir a desayunar. No tardamos mucho en sentir el calor a pesar de que eran las 10 de la mañana. El sol pegaba muy fuerte y no corría mucho viento.
El desayuno en el hotel D Beach Resort, fue bastante variado, a pesar de no ser demasiado gustoso. El jugo de naranja no era exprimido :( y había jugo de otra fruta que no era muy rica... (al menos para nosotros)
Había mucha variedad de frutas, pero a diferencia de lo que esperábamos, no había tanta fruta natural. Por lo que al menos yo terminé desayunando casi todos los días pan con manteca...
Luego de desayunar, decidimos ir a la playa, que se encontraba justo cruzando la calle del hotel. Fue una decepción para todos encontrarnos con que el agua no era cristalina. Fuimos con la idea de poder vernos los pies y la verdad que no nos veíamos más que un poco antes de las rodillas. Lo bueno es que el agua era cálida y las olas no eran violentas.
Con el Morro do Careca de fondo
El único problema que teníamos en la playa es que el primer día no contábamos con mucho efectivo ya que salimos de Argentina con casi nada de reales (a decir verdad, sólo teníamos 50 reales que habíamos reservado para el taxi, que finalmente pudimos abonar con la tarjeta de crédito). Pudimos comprar algunas bebidas cositas (como el milho verde de la foto) y crepe de frango con los reales, pero volvimos a almorzar al hotel, ya que nos permitía guardarnos algunos billetes en caso de necesitarlos.
Milho Verde!!!
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